Puede ser que el chupo haya sido el mejor amigo de tu bebé desde que nació y en este momento tengas más temor de dejarlo tú que tu propio hijo (a). Pero si están cerca a cumplir los 2 años de amistad, es hora de ir pensando en despedirse de su amado chupo.
En esta etapa tu bebé está a punto de enfrentar grandes cambios en su vida: su independencia, el ingreso al jardín o la dejada del pañal son trascendentales y por eso es recomendable que la dejada del chupo sea el primer gran cambio de la lista.
A partir de los 2 años y más aún de los 3 años, el uso del chupo empieza a generar daños notables en la dentadura del niño(a) y por otra parte tu bebé ya se está convirtiendo en grande y aprender a manejar sus emociones sin necesidad de agentes externos, es importante para su madurez emocional.
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¿Cómo empezamos a dejar el chupo?
Antes que nada debes entender que para tu bebé es un proceso doloroso e importante y como tal evita a toda costa subestimar, reprender, humillarlo o ridiculizarlo frente a otros por su conducta a causa de sus emociones.
Después de esto, debes tener la seguridad y firmeza para acompañar a tu hijo(a) en el proceso con mucha paciencia, amor y sobretodo resistencia.

Aldentkids Odontopediatria
Dra. Alejandra Zuñiga – Odontóloga Pediatra.
Ortopedia Maxilar.
Ortodoncia Correctiva.
¡Amor por una sonrisa feliz y sana!
Buenas prácticas para dejar el chupo
1. Un cuento
Existen libros creados exclusivamente para ayudar a los niños y a sus padres en el proceso de dejar el chupo.
Busca un cuento que se ajuste a tu modelo de crianza, preferiblemente con historias que despierten en tu hijo la expectativa de querer ser grande y sentirse orgulloso de su proceso.
Probablemente no bastará con leer el cuento, deberás darle continuidad trayéndolo a la vida real y aquí deberás involucrarte en su mismo cuento para que los chupos, tu bebé y tú tengan un final feliz y sean felices por siempre.
2. Tu propia historia
Ya sabes la capacidad que tiene tu hijo de entender y creer las historias que le cuentas, acude a tu creatividad y cuéntale una historia en la que él/ella se reconozca como grande para ayudar a otros.
Por ejemplo, que sus personajes favoritos (animales, héroes, personas, niños, etc.) necesitan sus chupos y es tu hijo(a) quien los va a ayudar entregándoles los suyos.
Busca que sea él/ella mismo quien se desprende de sus chupos en un acto simbólico para que sea consciente del paso que esta dando y le facilite asumir su decisión.
Aunque puede que funcione decirle que se perdieron o se los robaron, no deja de tener una connotación negativa que va a generar en tu bebé algún tipo de miedo o frustración.
3. Recompensa
No hay nada de malo en reconocer sus logros y la decisión de desprenderse de su chupo, es un gran logro en su vida.
Por eso viene bien que prepares algún regalo a cambio de su generosidad, coméntalo en público exaltando su valentía y celebra con el/ella que ahora es grande.
4. No cedas
En escasas ocasiones un niño en realidad no está listo para dejar su chupo y esto lo puedes advertir antes de empezar el proceso.
Pero una vez la decisión está tomada, no cedas. Los chupos se fueron, se entregaron y para siempre. Si cedes, tu historia se va a derrumbar y el mensaje que le mandas es completamente contrario a lo que queremos.
Ceder una vez empezado el proceso, puede confundir a tu hijo en cuanto a si es cierto lo que le dices o si todo en la vida se puede solucionar simplemente saliendo a comprar.
Puede ser que te tome uno o varios días, consolarlo en sus momentos más difíciles como la noche o su siesta, pero ten por seguro que poco a poco el/ella lo va a superar y entenderá que en tus brazos también encuentra consuelo.
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