A esta etapa entre los 2 y los 3 años, muchos papás frustrados la hemos mal llamado los Terribles Dos, te explicamos por qué y cómo hacer para sobrellevarla sin morir en el intento.
Ya venías acostumbrado a hacer y deshacer con la voluntad de tu bebé y de un momento a otro, apareció un emperadorsito tirano de 80cms que se cree el que manda en la casa y te deja todo patas arriba…sí, entraste en los temidos dos años.
Terribles o no, es una etapa muy importante en el desarrollo emocional de tu bebé, pues marca el inicio de su independencia y paradójicamente tal vez eso es lo que más nos incomoda a los papás.
Situaciones comunes a las que te vas a enfrentar:
Yo solito: Te sorprenderá ver la perseverancia y confianza en sí mismo que puede tener tu bebé al intentar vestirse, destapar su yogurt o subir y bajar las escaleras. Obviamente te necesita cerca para que no se haga daño y para ayudarlo a limpiar su desorden.
Escojo mi ropa: Esto puede ser tan divertido como tu quieras que sea, vale la pena que le permitas hacerlo de vez en cuando y que asuma con orgullo su “invento” ; otras simplemente crea la estrategia correcta para que sea él quien escoja lo que tú quieres que use.
Por qué no me entiendes: Muchos niños apenas están empezando a hablar claro en esta etapa, esos trabalenguas son lo más hermoso que hay, pero ay de que no se los entiendas. Para esto no hay mucha solución, solo calma y comprensión, pues ¿te imaginas estar en su situación con tanto por decir y que nadie te entienda?
Travesuras: Maquillaje, inodoros atascados, paredes pintadas, ollas por toda la casa….tu hijo inventa sus historias y las recrea con lo que tiene a la mano. Alista la cámara para conservar las evidencias, en poco tiempo vas a estar contándolas con lágrimas de risa en los ojos.
Manifestaciones espontáneas de amor: para derretirse, un abrazo y un beso espontáneo, serán la mejor muestra de que lo estás haciendo bien.
Es tu espejo: Cuidado con lo que dices y haces en frente de tu bebé a esta edad; cuando menos pienses y muy probablemente en público va a estar repitiendo justo lo que te ve hacer.
No se aburren: y por ende tampoco te dejan aburrir; siempre están buscando una actividad diferente, tal vez muy seguido, pero a ¿quién le gusta la rutina al fin y al cabo?
Como ves ninguna de estas situaciones es negativa para tu hijo, lo que pasa es que te confronta y te exige un nivel de paciencia y creatividad superior para sobrellevarla y acompañar a tu bebé a definir quien es y no quien tú quieres que sea.
Esto no quiere decir que no se deban establecer límites y un claro sentido de la autoridad, pero sobre eso hablaremos en una próxima entrada.